Hoy, 15 de julio de este 2013, cumplo la nada desdeñable cifra de 27 años. Y nos pasamos la vida poniendo datos y cuantificando momentos. De niño deseaba cumplir años; a dos meses vista ya estaba un pelín nervioso, imaginando regalos y sueños. Yo siempre quise celebrar mi cumpleaños con mis amigos y amigas en el cole, pero en julio no hay cole. Así, esperaba a ver si al siguiente año podía ser. Y nada, tampoco. Siempre era en verano, en vacaciones, mi cumpleaños. Ahora vienen, los años digo, y nada me dicen, no me sobresaltan ni me apasionan como antaño.
Llevo 10 años y medio con mi pareja; 7 años que murió mi padre; hace 11 que falleció mi tío. Hace unos meses se escapó mi gato (Nébula o Nebulosa), hace también unos años, no importa cuántos, murió mi perra, un bello cócker spaniel. Escribo desde mayo de 2005. Si cuento más, aprobé selectividad hace 7 años justamente. Coleccionaba cromos y "cartitas" de fútbol hasta no hace mucho -mucho no sé cuánto es, porque es tan relativo el tiempo-. El primer beso no es un dato importante; la virginidad...aquí no hablo si no es una exclusiva y con pasta sobre la mesa.
El primer ordenador llegó a mi casa hace 15 años al menos; Mamá, ¿cuántos hace ya? Ella lleva muy bien las cuentas de todo; tan ordenada y meticulosa que parece perfecta. Sigo. Mi primera enciclopedia, un bello ejemplar ilustrado de Susaeta, edición de 1989. La heredé de mi hermano. Mi coche me lleva a todas partes desde hace 5 años.
Sí. Muchos años hace de todo. Y he obviado tantas cosas... Me quedo corto, lo dejo de forma consciente. Cada uno lleva sus cuentas. Recordadlas. Siempre es bueno,
y nos hace seguir siendo quienes somos. Yo soy, y tengo, 27 años, 324 meses, 1.404 semanas, 9.855 días. Más o menos.
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