28 septiembre 2010

En busca de las amazonas perdidas

En Alemania se ha celebrado durante estos días una exposición muy curiosa e interesante sobre las mitológicas guerreras de la Antigua Grecia: las amazonas. Estas mujeres belicosas combatían a caballo y tenían grandes dotes en el manejo del arco, la flecha y la lanza. Pero mucho se ha debatido sobre su existencia: ¿son algo más que un mito?



En dicha exposición, denominada "Amazonas. Guerreras misteriosas", organizada en el Museo Histórico del Palatinado en Speyer, se recogen restos arqueológicos que muestran y arrojan luz sobre estas mujeres guerreras en Europa y Asia. El museo abrirá sus puertas hasta el 11 de febrero, donde el visitante podrá ver desde escudos y armas, hasta collares, pendientes y esculturas. Entre las amazonas más famosas podemos encontrar a Pentesilea, reina de las amazonas, que participó en la Guerra de Troya; Hipólita, que poseía un cinturón mágico que le había regalado su padre AresMirina, reina amazona que conquistó la Atlántida, Libia y derrotó al ejército de las Gorgonas en la Península Ibérica o Talestris.

Estas mujeres poseen, como dice el título de la exposición, un misterio que fascina aún hoy a muchos expertos e historiadores. Y revelan que el sexo femenino también ha escrito la historia y puede luchar en igualdad de condiciones con el más fuerte de los hombres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucho se ha hablado de estas guerreras, que tenían a los hombres como esclavos y que utilizaban sólo a los estranjeros para inseminarlas, y si después nacía niño los mutilaban o los mataban. Me hubiera gustado ver esta esposición, aunque un poco lejos, sólo nos queda la esperanza de que algún lumbreras la traiga por Andalucía y vaya a verla.

Unknown dijo...

Como bien dices, se ha hablado mucho de estas mujeres, que según cuentan los expertos, eran quienes gobernaban esas ciudades o territorios donde vivían, lo que se les llama una sociedad de matriarcado.

Y te diré algo más: se ha especulado desde siempre que estas mujeres sólo poseían un seno, pues se les amputaba el otro para que pudieran hacer uso del arco sin dificultades.

Sin lugar a dudas, no deja de fascinarnos los grandes misterios de la historia.