El pasado 28 de febrero fue el último día de una exposición extraordinaria en el Museo Arqueológico de Sevilla, donde el público pudo visitar y maravillarse con los restos del Tesoro del Carambolo, descubierto en Camas hace 50 años, donde se hallaron vasijas, cerámica, estatuillas y piezas de oro, como colgantes y brazaletes, que probablemente perteneciesen al legendario rey Argantonio.
El Tesoro forma parte de una cultura que estuvo asentada en esta zona entre los siglos VIII-III a.C., denominada Tartessos, uno de los pueblos de los que nosotros mismos somos hijos. Esta civilización se considera la primera de Occidente y se cree que su capital estaría ubicada en algún punto entre la actual Coria del Río y la zona frontera al Aljarafe sevillano.
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